“Ya lo sé”. “Ya lo sé”. “Ya lo sé”.
¡Se inventan tantos términos hoy en día! ¿Por qué no inventamos hoy uno nuevo?
“Yaloseísmo”.
¿Definición posible?
Dícese de la actitud mezquina, petulante e insoportable en la que un individuo interrumpe velozmente a quien le está hablando, para demostrarle que no hay ninguna novedad en lo que se le pretende compartir.
Le quieren contar un chiste. “Ya lo sé”.
Le quieren comentar sobre un libro. “Ya lo sé”. Y si no sabe, ¡a distraer la atención!, hablando de otro libro donde el “yaloseísta”, alguna mínima información ya tiene. La misma estrategia se utilizará ante una película, una serie, un lugar del mundo o lo que fuere. Siempre lleva todo al punto de su saber.
Le están diciendo algo. Interrumpe al otro, ya que es un aceitado completador de frases ajenas, para demostrarle que “ya sabía lo que me ibas a decir”. Si no acertara o acertase, no se baja de su posición. Puede llegar a acotar: “Sí, claro, también pensé que me podías llegar a decir eso otro”. En el “yaloseísmo” nunca se pierde, siempre se sabe todo.
“Y si alguno se imagina que sabe algo, aun no sabe nada como debe saber”, afirmó con sabiduría el Apóstol Pablo, un referente importante en la historia del cristianismo. Era una de las personas mejor formadas de su tiempo, pero mantenía esa actitud de aprendiz.
Y si por el contrario, ¿nos dejáramos sorprender por el otro?
Quizá un chiste o un cuento conocido, sea referido con un toque original, y lo volvamos a disfrutar.
Quizá caigamos en menos malentendidos si dejamos que el otro exprese la frase que pensaba decir (y no la que nosotros construimos en nuestra imaginación).
Quizá el otro esté experimentando algún proceso transformador y lo que nos vaya a expresar, no sea lo mismo de siempre.
Quizá podamos vivir más relajados en nuestras experiencias sociales, si no tenemos que competir con otros “yaloseístas”. El espíritu del “yaloseísmo” es contagioso.
Quizá nuestra escucha atenta ayude al otro a sacar su lado más inteligente.
Quizá…
Tercer principio sobre Comunicación Saludable: “Hay conexión cuando reconozco que no lo sé todo y que puedo ser un aprendiz”.
Dr. Gustavo Bedrossian