¿Cómo respondes cuando alguien te cuenta algún hecho positivo de su vida? ¿Cómo se siente el otro ante tu modo habitual de reacción?
Y desde la otra perspectiva, ¿con qué te encuentras cuando vas con entusiasmo a relatar un episodio que te alegra? ¿Cómo quedas ante esas respuestas?
Martín Seligman pone un especial énfasis en este tema como un elemento crucial en la conexión entre las personas o cómo termina funcionando un equipo de trabajo. Insiste en la importancia de enseñar a la gente a responder “de manera activa y constructiva a los acontecimientos positivos que otros reportan”.
Distingue entre cuatro modos básicos de reacción por parte de las personas y trata de que puedan identificarlos: “les enseñamos los cuatro estilos de respuesta: activa constructiva (apoyo auténtico y entusiasta), pasiva constructiva (apoyo sutil), pasiva destructiva (ignorar los hechos) y activa destructiva (señalar aspectos negativos de un hecho).”
Te lo explico a través de un ejemplo. Estás entusiasmado con un nuevo logro laboral. Te encuentras con un amigo y le compartes tu alegría.
Activa Constructiva: Tu amigo se alegra. Te hace preguntas específicas. Cada nuevo comentario refleja que escuchó lo que le contaste. Te felicita y anima. Tu experiencia personal se enriquece y el vínculo se potencia.
Pasiva Constructiva: Tu amigo expresa tibiamente algo así como “Ah, qué bien”. Punto final. Allí queda sin hacer algo que demuestre interés.
Pasiva Destructiva: Cuando recién comenzabas el relato, observas que no te está prestando atención. Interrumpe, como suele hacerlo, para hablar de sus temas. No demostró haber registrado lo que le contaste, como tampoco registra que siempre pretender ser el protagonista, y mucho menos registra el impacto que esto genera.
Activa Destructiva: Al escuchar la noticia, comienza a desmenuzar el tema, detectando todas las amenazas o dificultades que este logro laboral puede acarrear para tu vida. Lo que era una buena noticia pretende que lo veas como una desgracia.
Te planteo dos ejercicios para esta semana:
1) Pregunta a tres individuos de diferentes entornos tuyos sobre cómo reaccionas dentro de estos cuatro estilos cuando esas personas vienen a contarte algo positivo de su vida
2) Éste ejercicio que te lo cuente Seligman: “Escucha atentamente cada vez que alguien que quieres te cuente algo bueno que le sucedió. Haz lo posible por responder de manera activa y constructiva. Pide a la persona que te cuente los detalles del acontecimiento; cuanto más tiempo pase contando todo lo que pasó, mejor. Dedica mucho tiempo a responder”
Gustavo Bedrossian